Ponemos un bol de cristal al baño maría y ponemos a derretir el chocolate blanco y la mantequilla. Revolvemos hasta tener una crema homogénea.
Una vez que tengamos la crema de chocolate, añadimos la crema, la esencia y la ralladura de limón y la pizca de sal de mar Lobos y mezclamos.
Cubrimos la crema con film plástico de manera que esté en contacto con la crema y no haya nada de aire. Lo ponemos a enfriar en el refrigerador durante 1 hora mínimo.
Una vez que la crema esté fría, con la ayuda de una cucharita y de nuestras manos, hacemos pequeñas bolitas del tamaño que más nos guste.
A medida que las vayamos haciendo las vamos pasando por azúcar flor hasta que queden bien cubiertas.
Se pueden comer al momento pero lo ideal es dejarlas reposar al menos un día en el refrigerador. Se pueden conservar perfectamente 5 o 6 días, siempre y cuando las guardemos en un pote hermético errado y en el refrigerador.